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Los españoles nos sacrificamos por Grecia

Es curioso lo mal que funciona este puñetero mundo y lo injusto que es. Llevamos ya un montón de tiempo en España sufriendo por esta crisis desesperante y el camino que vamos construyendo nos lo van destruyendo en su mayor parte otros, aunque nosotros también pongamos de nuestra parte para fastidiar nuestros propios esfuerzos.

Aparte del gran agujero negro económico que hemos sufrido aquí tenemos que estar preocupados también por el que han hecho los griegos, cosas de esta asquerosa economía global que padecemos y que si tiene alguna bondad, a mi modo de ver, está todavía por aparecer. Entre lo que teníamos que cubrir de lo nuestro y lo que teníamos que cubrir y avalar de lo de los griegos, los españoles estamos más que asfixiados. Dirán algunos que los griegos también, pero nosotros estamos sufriendo lo nuestro y lo de todos nuestros compañeros, osea lo suyo.

Lo que más curioso me resulta de todo esto es la solidaridad esa de cartón piedra que está teniendo la izquierda con Grecia. Le llamo solidaridad de cartón piedra porque lo que es poner dinero, lo que se dice poner, no han puesto ni un duro extra al que hemos puesto el resto de los españoles. Si, se sienten muy identificados con los griegos, pero lo que se dice poner sólo ponen sus apoyo moral; lo habitual en esta izquierda millonaria que tiene un candado en el bolsillo, del cual sólo ellos tienen la llave.

Resulta que para ellos apoyar a la banca, pública, española es malo, malísimo. Banca asesina, que si los desahucios, que si el pueblo, que si la dignidad y que si gaitas, pero apoyar a la banca griega es de ley y muy necesario. Muy necesario es el apoyo a las dos y quizás más a la española puesto que eso es lo que somos, españoles, mal que les pese a muchos de ellos. Después nos vienen, además, con chorradas tipo que hay que hacer más banca pública sin reparar que es a la única a la que se ha rescatado, a las antiguas Cajas de Ahorros (banca pública).

Yo no quiero que el pueblo griego sufra, pero si me dan a elegir prefiero que quien menos sufra sea el pueblo español, que es el mío, es mi pueblo. Los españoles las estamos pasando canutas por obra y gracia de nuestros excesos y, sobre todo, por obra y gracia de la casta política. Cada uno tiene que sacrificarse por lo suyo y de momento los sacrificados por el asunto griego son los griegos y el resto de los europeos. Pero pasa una cosa, los griegos son libres para decidir su futuro y han elegido a unos impresentables para que dirijan el país, bien, pues que sean ellos los que apechuguen con las consecuencias de sus propios actos y que a nosotros nos dejen en paz, ya tenemos bastante con lo que tenemos.

2 comentarios:

  1. No es acaso que la unión hace la fuerza?
    Sí, deberían tener sus economías independientes y no con una moneda única que no todos pueden sostener (se sabía desde la aparición del euro y la eurozona).
    Sí, los intereses y las capacidades propias de cada país deben ser desarrolladas en pos de una economía próspera que repercuta directamente en lo local.
    Pero no se puede pretender hacer frente a gigantes que no han tenido ni la quinta parte de la crisis de otros países como Alemania.
    La solidaridad en la lucha es uno de las acciones favorecedoras al cambio. La solidaridad genera nuevos referentes, obliga al poder a escuchar y si la fuerza es sostenida, doblega las medidas que únicamente afectan a la clase trabajadora. Ojo! Digo trabajadora, porque la media sólo saldrá cuando toquen sus bolsillos y sus ahorros y no puedan veranear o comprar sus artículos de consumo.
    Decir no me importa lo que le sucede al otro, es desconocer que esa realidad es en principio generada por los votantes todos, por los que apoyaron esa pseudo realidad maravillosa e insostenible; decir que solo te importa lo tuyo es desconocer que las recetas económicas impuestas son una intrincada red que puede ahogarlos a todos porque el entramado afecta a todos.
    Sí, hay que generar nuevos líderes que no se dobleguen ante los retos de Merkel o las amenazas del FMI. Sí, es necesario líderes que se sientan apoyados por sus conciudadanos y el respeto por la diversidad y capacidad de sus países vecinos. La cooperación y la solidaridad engendran grandes revoluciones, lentas y sacrificadas, pero le dan una patada a los poderes.

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    1. ¿Le habla usted de solidaridad a un ex empresario cuyo blog se llama Diaro de un superviviente arruinado? No me cuente cuentos de solidaridad, que la solidaridad efectivamente no existe. La única solidaridad que tiene una persona en este mundo es la que se pueda otorgar a si mismo alcanzada con el trabajo. Si los griegos se quieren jubilar a los 50 años pues que se lo paguen ellos. Si la UE le dice a Tsipras: oiga, no suba demasiado los impuestos porque si recorta en las mastodónticas administraciones públicas que tiene en Grtecia será suficiente y este se lo pasa por el arco del triunfo sólo por no molestar a la inmensa clase política griega a la que sirve y sus compatriotas le apoyan, pues oiga, ese también es un problema de los griegos. Solidaridad, esos son gaitadas con las que nos la cuelan día si y día también. La solidaridad no existe, es un cuento.

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