Podemita, tú si que balas

Manuela Carmena en breve acabará siendo portada del Hola
por su vida de grandes lujos.

Hay noticias que ya no sorprenden a casi nadie, o por lo menos a mi no me sorprenden ya para nada. Que Izquierda Unida esté hablando por un lado de los derechos de los trabajadores y por el otro lado no pague a sus empleados. Que concejales de Podemos hablen de meter a millones de judíos en el cenicero de un 600 y por el otro lado ataquen la actuación de un cantante judío en un festival. Que una concejal del ayuntamiento de Barcelona se vaya meando por la calle, e incluso saque fotografías de ello y por otro lado forme parte de un ayuntamiento que, lógicamente, multa a la gente por orinar en la calle.Y ahora Carmena, mientras habla de desahucios, de la gente y del pueblo por otro lado se va de vacaciones a una finca de 4.000 euros al mes.

Carmena ha dicho que era una casa que compartía gastos con otras ocho personas, suficiente para los Podemitas. Con la misma facilidad que atacan a los demás y que discuten sus actos, incluso habiendo sentencias exculpatorias de por medio, defienden a Carmena y un simple comentario de la vieja alcaldesa es ley para ellos. Defienden la versión Carmenil donde haga falta.

Pero una de las mejores frases con las que han defendido la versión Carmenil es: "Cada uno hace con su dinero lo que quiere". Cada uno que ellos decidan, claro. Y es que si una persona decide tener 10 pisos vacíos, comprados con su dinero, ellos tienen el derecho a ocupar esos pisos, antes está su derecho a ocupar pisos que el del legítimo propietario a tener ese piso vacío. Para los defensores del "expropiense" el único dinero que es lícito gastar como se quiera es el suyo porque con el de los demás hay que hacer lo que ellos digan. Y no digamos ya la procedencia de ese dinero, sólo genera dudas la procedencia del dinero de los demás, de la procedencia de su dinero nunca hay dudas porque siempre es honrada, faltaría más.

Hay tal legión de tontos defendiendo a estos impresentables que ya es llamativo. alguien puede estar de acuerdo o no con un partido, puede admirar a su líder, todo eso es hasta cierto punto normal. Pero llegar a este punto de servilismo, de defensa y de admiración sólo puede ser cosa de un borrego o de un asalariado, me quedo más bien con lo primero. No tiene necesidad alguna Carmena de defenderse porque son una auténtica legión sus descerebrados y serviles defensores, ¿para qué se va a molestar ella siquiera en abrir la boca?