Se ha producido en los últimos días una nueva reunión de señores feudales en la que se iba a decidir la forma de malgastar nuestro dinero. Sí, reunión de señores feudales, porque eso es lo que es en realidad la mal llamada reunión de presidentes de las nefastas comunidades autónomas con el gobierno. En esa reunión se hablaría, imagino, de la mejor forma de derrochar lo que no es suyo y que nos pertenece a todos nosotros, nuestro dinero.
Pero también en esa reunión se ha producido una de las circunstancias más aberrantes, en cuanto a lo económico, que yo he escuchado nunca a ningún político en España, la queja porque alguna comunidad tuviera impuestos más bajos. En este caso la queja venía de la inefable Susana Díaz, presidenta de la comunidad con más paro de Eruopa, con uno de los mayores escándalos de corrupción a sus espaldas y con una ineptitud que ella y su partido llevan demostrando años con su gestión en Andalucía.
No es que la socialista se quejara de impuestos altos, no, se quejaba porque en Madrid los impuestos son algo más bajos, nunca lo suficiente. Es decir, la responsable de que una empresa vaya mal (Andalucía) pide que las demás hagan lo mismo para que todas se igualen por lo malo, nunca por lo bueno.
No solo España va mal por esta crisis económica a nivel mundial, España va mal porque los responsables de gestionar nuestro dinero tienen un nivel tan ínfimo como el demostrado por Díaz. No solo se fomenta el mal gasto con este estado autonómico ruinoso de diecisiete mini estados, también se fomenta el desfalco de los bolsillos de todos los ciudadanos, solo para beneficio de quienes nos gobiernan.
Si continúan apropiándose de nuestro dinero de esta forma, asfixiándonos continuamente y no dándonos opción a disponer de él como queramos, este país no mejorará nunca. Ni se generará empleo, ni se generará consumo, ni se generará ahorro. Solo vivirán bien los que mejor viven en este país desde hace demasiado tiempo, esos feudales a los que solo les falta ejercer sobre nosotros el derecho de pernada.
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