Una de las grandes sorpresas que causó Podemos con su aparición en la vida política fueron sus formas. Atacaban a diestro y siniestro con una clara intención por encima de las demás, que se hablara de ellos. Lo han conseguido, todos hablamos de ellos, tanto los que no nos gustan nada como los que sí. No esperábamos nadie una forma de actuar como la que tenían, sobre todo por su extravagancia y su mala educación.
Fue una sorpresa en su momento pero analizando todo aquello con la perspectiva del tiempo nos vamos dando cuenta que todo lo que dicen es demasiado básico. Comenzaron con los desahucios y con las cláusulas suelo. Poco después continuaron con la mal llamada violencia de género. Después con el precio de la electricidad, con la memoria histórica o con Franco. Es decir han ido amoldando sus discursos a lo que más saliera en la prensa en cada momento. Y digo discurso siendo muy generoso porque en la mayoría de los casos han sido exabruptos y absoluta falta de educación.
En resumen, convierten en discurso político los graves problemas que pueden sufrir las personas con un único fin, canalizar el desencanto de quien sufre esos problemas para convertirlos en votos. Acaban banalizando esos problemas por puro egoísmo. Se sigue desahuciando a gente, ¿por qué no se habla ya de ello? Porque se sigue haciendo incluso en ciudades gobernadas por los podemitas, con lo que se deduce que están banalizando un problema para conseguir su único objetivo, gobernar. Después si te he visto no me acuerdo.
La cosa llega a tal extremo que incluso una diputada regional de Podemos en la Asamblea de Madrid ha llegado a relacionar la ideología del PP con los abusos sexuales infantiles. Cuando para conseguir un fin importan tan poco los medios se llegan a decir aberraciones tan repugnantes como esta. Cuando sobra ambición y falta cerebro da igual por encima de lo que tengas que pasar, incluso si ese algo es tan delicado como con los abusos sexuales infantiles. Cuando el líder de un partido no tiene cerebro sólo se puede rodear de descerebrados.
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