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Ojos que no ven

El padre de Aylan y Gali Kurdi, Abdullah. 
Se llamaba Aylan y tenía tres años, se ha ahogado en la costa de Turquía y su pequeño cuerpo muerto ha sido recogido en la costa por un militar turco. Aylan podría haber sido uno más de los miles de niños, hombres y mujeres que mueren todos los días por intentar mejorar su vida, pero no lo es; la imagen de Aylan muerto está recogida en foto y vídeo y esto es algo por lo que esta sociedad no puede pasar: por ver la muerte.

Hace años cuando mi hijo mayor tenía seis o siete años, no lo recuerdo, la madre de uno de sus amigos falleció de cáncer. A todos nos impactó esta muerte, por supuesto que para empezar a los niños, pero después a todos los adultos. Siempre es trágica la muerte de una persona, pero tan joven y dejando una niña huérfana tan pequeña nos afectó a todos mucho más. Cuando salimos de la misa funeral nos reunimos tres o cuatro padres y uno de ellos nos dijo: "No se como explicarle esto a mi hijo..." A mi me sorprendió mucho esto porque pretendía contarle una batalla a su hijo tipo: "la mamá de fulanita se ha ido al cielo" o cosas similares. Yo le contesté que con la verdad, que la madre de una amiga tuya se ha muerto de cáncer.

La muerte forma parte de la vida y parece que sólo nos afecta o nos impacta de alguna forma cuando es de alguna persona muy cercana o cuando simplemente la vemos, como ha ocurrido en este caso. Hay miles de tragedias en el mundo que nunca podríamos llegar a imaginarnos. Hay veces que pienso en la cantidad de atrocidades que se cometen en el mundo pero sobre todo de que barbaridades no llegaremos ni a enterarnos.

Vivimos en un estado continuo de aletargamiento con respecto a lo que pasa a nuestro alrededor que es preocupante. Pero lo más preocupante de todo son las excusas que buscamos para justificar ese aletargamiento o, más bien, ese melatraeflojamientrasnometoqueami. Siempre buscando excusas y amparándonos en la sociedad, en los políticos, en cualquiera menos en uno mismo. 

Cuando oímos hablar de muertes por atentados, accidentes, guerras o refugiados que intentan alcanzar la tierra prometida, como en este caso, sólo pegamos un pequeño respingo en nuestro sofá en función al número de muertos. Ha tenido que aparecer la imagen de un pequeño de tres años para que todos digamos: "Hostias, los muertos son de verdad". 

Es terrible la falta de empatía o de solidaridad real que tenemos con nuestros semejantes. Incluso las imágenes más terribles las archivamos en un apartado de nuestro cerebro a las pocas horas de haberlas visto. En realidad incluso ese respingo que pegamos todos ayer va a acabar en un melatraeflojamientrasnometoqueami porque somos así, no hay muchas más vueltas que dar a ese asunto.

Recuerdo que una vez las asociaciones pro-vida, de las que yo me declaro abiertamente simpatizante, hicieron circular un autobús decorado con imágenes de fetos abortados. Fueron muchas las críticas que se hicieron contra esa campaña por "explícita" y por "herir sensibilidades". Creo que todo eso era mentira, para herir sensibilidades primero tiene que existir algo de sensibilidad, y de eso tenemos muy poco. Sólo nos preocupa la sensibilidad del mando de la videoconsola.

Que nadie espere que la muerte de Aylan vaya a provocar que el grave problema de los refugiados se solucione bien. En primer lugar Europa ante la presión popular admitirá a todos los inmigrantes que intenten entrar, o a la mayoría. Eso va a provocar un efecto llamada del que las grandes beneficiadas van a ser las mafias que trafican con personas, por desgracia todo eso no va a evitar que siga habiendo muertes. Mientras tanto, y por desgracia, seguirá sin solucionarse el verdadero problema que es atajar las causas de la huida de estas pobres gentes de su país de origen. Como casi siempre tarde y mal. Y no nos olvidemos de algo: los primeros en aparecer,como siempre, han sido los hijos de puta que buscan votos con estos asuntos, esos no fallan nunca. 

6 comentarios:

  1. Simplemente. Genial amigo Javier, comparto, tu idea; y sentimiento....

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  2. Cierto esto no se para porque no quieren ..donde están todas estas personas que luego se dan golpes de pecho? Yo como madre no puedo ver estas cosas ni el niño de la playa ni verlos llorar en esos vagones ..etc...muy bueno javier

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